Los descalcificadores magnéticos se venden como una solución al problema de la cal. La cal se acumula en las tuberías y daña las calderas, lavavajillas o lavadoras, además de aumentar los gastos de jabón y detergente y añadir regustos metálicos al agua de bebida.
Los descalcificadores magnéticos consisten en unos imanes que envuelven las cañerías. En teoría, los imanes modifican la estructura cristalina de las sales para impedir su cristalización y la formación de depósitos de cal. El supuesto cambio físico en los cristales de sal no se puede verificar ni cuantificar por métodos científicos reconocidos.
A diferencia de lo que sucede en los descalcificadores de sal, las características químicas del agua no cambian para nada al pasar por un descalcificador magnético. El agua ni siquiera entra en contacto con el aparato, que simplemente rodea una tubería.
Descalcificadores magnéticos: reacciones de organizaciones
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado los descalcificadores magnéticos para descubrir los falsos mitos que se usan como reclamo publicitario para venderlos. Ha llegado a la conclusión de que no mejoran de ninguna manera la calidad del agua del grifo ya que no es posible medir científicamente ningún cambio en las características del agua tratada, es decir que son productos sin base científica.
La asociación española de empresas de tratamiento y control de aguas Aqua España también publicó un comunicado en el que desmentia la eficacia de los descalcificadores magnéticos. La asociación aclara que “los dispositivos magnéticos ‘no disminuyen ni quitan’ la concentración del cloro residual desinfectante en el agua del grifo, ni los subproductos de cloración ni cualquier otro, por lo que no la mejoran organolépticamente, ni el aspecto ni el olor ni el sabor”.
Algunos de los reclamos que se usan en los medios de comunicación para venderlos son simplemente fraudulentos. No hay manera de que un descalcificador externo, que no modifica de ninguna manera la composición del agua, cambie su sabor o elimine la cal o el cloro. Además, no mejoran la calidad organoléptica del agua ni solventan los problemas de corrosión en las tuberías del agua.
Los descalcificadores magnéticos son anunciados como sistemas más baratos o ecológicos que los de intercambio iónico, ya que al contrario que estos no necesitan un recambio de sal. Sin embargo, el descalcificador de intercambio iónico elimina sin dudas el problema de la cal en el agua.
Estos aparatos se venden mayoritariamente a través de internet o de anuncios en radio o televisión. Algunos los consideran directamente un timo y piden que se tomen acciones legales contra las empresas que los venden e instalan.
Descalcificadores electrónicos: igual que los magnéticos
Los aparatos que se venden bajo el nombre de magnéticos también son llamados a veces electrónicos, ya que funcionan con electricidad. Es exactamente el mismo aparato y por lo tanto un descalcificador electrónico no es garantía de un agua sin cal.
No hay que confundirlos con los descalcificadores de sal con cabezal electrónico, que a veces son llamados así para diferenciarlos de los equipos mecánicos que trabajan sin electricidad, como el descalcificador kinetico.
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