Cómo hemos visto en otros artículos, la ósmosis inversa doméstica es un sistema de purificación del agua en casa que produce un agua de calidad mineral para beber y cocinar. Es especialmente útil en zonas donde la calidad del agua del grifo es muy mala y esto afecta el sabor, como la zona de levante o el sur de España. Las ósmosis implican un ahorro de dinero en la compra del agua embotellada, además de resultar más cómodo y ecológico que comprar agua mineral, ya que el transporte y el embotellamiento del agua son procesos muy contaminantes.En este artículo revisamos los pasos a seguir para instalar una ósmosis en tu casa.
Instalación de la ósmosis: necesita poco espacio
Una ósmosis se suele instalar en la cocina, debajo del fregadero. Necesitan reltivamente poco espacio ya que la mayoría miden aproximadamente como una caja de ordenador. En casos en los que no hay espacio, se pueden instalar incluso en el espacio del zócalo, debajo de los armarios.
A menos que la ósmosis sea directa, es necesario instalar un depósito también, ya que el agua osmotizada se genera poco a poco y se guarda allí. El depósito ocupa espacio y ha de ser tenido en cuenta. Su tamaño es similar al de las botellas de 15 litros de las fuentes con botella.
La instalación de la ósmosis se hace en una hora. Se pincha el tubo de entrada del agua de la cocina para sacar una parte del agua que es redirigida a la ósmosis. Se pone también un desagüe, ya que la purificación del agua genera una cantidad pequeña de agua de rechazo. Por último se instala un grifo pequeño en la parte superior de la mesada para poder sacar el agua. Otra opción es la instalación de un grifo de tres vías.
En las imágenes podemos ver una ósmosis instalada debajo del fregadero y un modelo de los que se pueden instalar también en el espacio del zócalo.
Grifo de tres vías, ¿qué es?
El agua de la ósmosis necesita su propia salida, obviamente, por lo que tenemos que pensar qué tipo de grifo vamos a instalar para ella. Los grifos de tres vías son una solución práctica y elegante para ello. Se trata de grifos que sustuyen al grifo del fregadero de la cocina y tienen tres salidas o vías: agua fría, caliente y osmotizada.
Instalar un grifo de tres vías implica sacar el que ya estuviera en la cocina por lo que es una solución más cara, aunque idea en el caso de cocinas nuevas o que están siendo remodeladas cuando se instala la ósmosis.
Sus ventajas son estéticas y prácticas, ya que ahorraremos espacio en la mesada al no tener grifos extra y además se puede aprovechar el espacio del grifo original para instalarlo, con lo que nos ahorramos tener que agujerear el mármol de la cocina nuevamente.
Vídeo: mantenimiento de la ósmosis
En este vídeo se puede ver una ósmosis inversa estandar y observar el tamaño de la ósmosis y del depósito, para hacernos una idea del espacio que necesitaremos en nuestra cocina.
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