La ósmosis inversa es un sistema de purificación del agua muy práctico para conseguir agua de tipo mineral directamente en el hogar a través de un sistema de filtros que reduce los contaminantes del agua de red. Son equipos depuradores compactos y de reducido tamaño que se instalan debajo del fregadero. Para obtener el agua se instala un grifo adicional. Para entender cómo funciona una ósmosis, es necesario conocer previamente el proceso de ósmosis.
Se trata de un procedimiento físico que se da naturalmente en que el agua se mueve a través de una membrana semipermeable desde una zona de baja concentración hacia el sector más concentrado de solutos (sales e impurezas) gracias a la presión osmótica hasta conseguir un equilibrio de fuerzas.
En cambio, en la ósmosis inversa doméstica se consigue invertir el proceso mediante la empleo de una alta presión en el lado en que la concentración de impurezas y sales es mayor. La presión puede ser la propia del agua de red, pero también puede ser incrementada con una bomba de presión si es necesario.
De esta forma el agua pasa a través de la membrana, pero no lo hacen las bacterias, los virus bacterias, los virus y los contaminantes químicos consiguiendo agua que alcanza los límites considerados para denominar al agua potable de extraordinaria calidad.
¿Hasta qué punto purifica un sistema osmótico?
El sistema de filtraje de la ósmosis inversa tiene una efectividad de entre el 93 y el 97 %, aunque no todos los contaminantes se eliminan en la misma proporción.
Las ósmosis consiguen eliminar una gran cantidad de productos químicos (además de virus y bacterias) como cloruros, sulfatos, sales, calcio, boro, hierro, bicarbonatos…
Esto lo logran gracias a un microfiltro, que elimina sedimentos de hasta 5 micras, dos filtros de carbón activo y fosfato que reducen las sustancias químicas y eliminan el cloro y, finalmente, una membrana que acaba de quitar los sólidos de pequeño tamaño que hayan podido quedar.
¿Cuál es el mantenimiento de una ósmosis doméstica?
El mantenimiento de una ósmosis consiste en la sustitución de los cartuchos (los tres filtros, la membrana y el postfiltro). El tiempo que transcurra entre mantenimientos obedece a la calidad del agua de la zona que tengamos y la calidad del aparato. Por norma general, los filtros y el postfiltro se suelen cambiar cada año y la membrana cada tres. Una segunda parte del mantenimiento es la desinfección del equipo y del depósito acumulador.
Cómo funciona una ósmosis inversa: filtros y membrana
Una ósmosis tiene dos tipos de filtros: el filtro de sedimento y el filtro de carbón activado (GAC) y una membrana.
Los filtros de sedimento retienen las partículas por encima de las 5 micras de manera física: las partículas quedan incrustadas en el material.
Por su parte, los filtros de carbón activado se encargan de retener los productos químicos que pueda tener el agua, sobre todo el cloro, que es imprescindible que no llegue a la membrana ya que tiene un alto de poder de oxidación y podría estropearla. El carbón activado tiene una superficie específica muy grande por su alta microporosidad: cada gramo puede tener 500 m2 de superfície. A través de fenómenos de adsorción, los diferentes compuestos químicos se quedan retenidos en el filtro, mejorando la calidad de agua que pasa.
La membrana funciona sin la adición de productos químicos: simplemente actúa como pared de separación selectiva que deja pasar el agua, mientras que retiene los sólidos suspendidos y otras substancias.
Una ósmosis no sirve para eliminar la cal de una vivienda
Hay que tener en cuenta que una ómsmosis inversa no es lo que necesitamos si lo que buscamos es eliminar la cal de toda el agua de red que entra a la casa para proteger los electrodomésticos. La calidad del agua de ósmosis es muy alta y por eso solo se trata una parte pequeña del agua: la que es para beber y cocinar.
Si queremos quitar la cal debemos adquirir un descalcificador. Consulta más en el artículo sobre diferencias entre ósmosis y descalcificador.
Pide más información sobre ósmosis inversa